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TINTA INVISIBLE: Una fenomenología expandida del grabado
Partiendo del grabado y de las distintas técnicas de estampación contemporánea, Tinta Invisible ha explorado, a lo largo de los últimos veinticinco años, las múltiples y elásticas formulaciones y formatos posibles de un género bascularía entre el libro de artista, la estampa singular y el proyecto colectivo. No hay un único término que permita reunir lo que produce y ayuda a concebir este taller, como una comadrona, con una complicidad total con los artistas. Tratemos de imaginar, en primer lugar, una obra de arte que no haya sido pensada de antemano para ser sacralizada en la pared de la sala de exposiciones, pero que no renuncie, sino todo lo contrario, a la más sofisticada resolución formal, al juego visual más sugerente, a la idea más sutil. Imaginemos, sobre todo, que se produce sin pedantería, con discreción y solvencia, sin ninguna voluntad de monumentalizar, de imponer, apartando el narcisismo del marco y la peana, y también la superficialidad iconográfica de la época de las redes sociales. Tinta Invisible hace imágenes, deja huellas, de un modo más astuto, más modesto, más inteligente.
Al trabajar con los artistas, Tinta Invisible fabrica imágenes, sí, pero son imágenes que se pueden tocar, se pueden guardar o mostrar, que actúan solas o en conjunto, que se activan y descubren cómo relacionarse entre ellas, al expandirse, al abrirse. La estampa y el libro de artista tienen su propia fenomenología, invitan a experiencias específicas de recepción. En contraposición a la obra convencional que exige admiración y respeto en la distancia del formato expositivo –o en la promiscuidad del espacio público–, estas otras obras de arte nos conducen a una transgresión que se practica de forma discreta. Son una suerte de dispositivos artísticos pensados para ser contemplados en privado –pero no forzosamente de manera individual. No se someten a la indiferencia del espacio público, ni a la multitud y la singularidad purista de la pieza en el museo. Este no es un arte aurático, pero sí precioso. Mirar, leer y tocar se reencuentran en una proporción equilibrada. Su disfrute exige un determinado ritual, que nosotros mismos podemos establecer. El cuadro, en la pared, se hace invisible y nos observa –lo hemos visto en tantas caricaturas en suspenso. Cuando se conserva dentro de una caja, esta tiene que ser abierta, hay que montarla. Tal vez debemos escoger qué obra sacaremos a la luz, para que nos acompañe durante un rato. Podemos meditar qué piezas queremos contemplar y en qué orden. Nunca lo haremos con negligencia. Deberemos manipular, observar, quizás oler. No haremos como en las inauguraciones: los grupitos distraídos no se pasearán ante la obra con la copita de cava en la mano. Practicaremos el silencio o la conversación mientras abrimos, desplegamos, rozamos con los dedos. Es un no al esnobismo y un sí a la confidencialidad, a la intimidad, al respeto, a la atención enriquecedora.
Los artistas han sabido sacarle todo el partido a todos estos condicionamientos y a esta precisión amorosa en la técnica y el detalle. Guinovart fue el primero en abrir el caño de la sensualidad, del derroche técnico, de la materialidad gozosa del grabado. Antoni Llena desafía a los grabadores pidiendo el registro de los rastros de baba de unos caracoles: imposible alquimia para fijar una huella azarosa y –casi– invisible. Ignasi Aballí crea una paradoja cromática con el vidrio del marco que transforma la percepción de la imagen. Pedro G. Romero activa la potencia metafórica del negro para plantearse una ontología. Joan Fontcuberta indaga en la ambivalencia entre la mancha y la memoria con una arqueología de la imagen. Josep Maria Mestres Quadreny revela sus partituras como laberintos fascinantes. Carlos Bunga convierte la pila de papel encajada en una especia de zigurat invertido y abismal.
Tinta Invisible articula todas estas aportaciones y las recopila en series, ediciones y cajas. Inventa carpetas y contenedores, expositores, estructuras de contención, de protección, que instan al descubrimiento, a la maravilla. Su inventiva es absoluta y no podemos evitar pensar en el precedente ilustre de Joseph Cornell y sus poéticas cajas, que Marcel Duchamp reconvirtió en las imprescindibles Boîtes-en-valise que contenían todo un abanico de registros artísticos y que no solo atesoraban, sino que creaban relato, definían toda la obra duchampiana.
Probablemente, el espíritu colectivo y apasionado del equipo de Tinta Invisible es la clave del éxito de su tutela –con curadores, sin duda– junto con la complicidad de escritores y poetas. Los artistas encuentran allí asistencia y estímulo, soluciones y preguntas. El resultado es un catálogo de imágenes-libros-objetos que reúne muchas de las expresiones más interesantes y representativas del arte catalán de los últimos años. Configuran una biblioteca voluptuosa y secreta, precisa y desbordante, doméstica y dinámica, que parece, hoy por hoy, inagotable.
Àlex Mitrani
Josep de ca l'Estrany
Con un arte sorprendente y sutil, su pintura alcanza una rara cualidad que incorpora todo su conocimiento de la realidad que lo rodea sin preciosismos ni espectacularidad. De un modo sencillo y simple, Josep de ca l’Estrany, por tanto, hace surgir la verdad de su realidad más profunda y consigue lo más difícil: dotar de vida a la materia pictórica.
Manuel Guerrero Brullet
Carlos Pazos, Frederic Amat, Evru, Antoni Llena, Joan Fontcuberta, Benet Rossell, Perejaume, Hannah Collins, Pep Duran y Manuel Guerrero Brullet
Y los lugares y los nombres gritan y callan. Autores y libros se amontonan en la mesa y la biblioteca, pero son el amor y deseo que mueven el mundo. Y, además, son el sexo y la muerte que nos dicen que estamos vivos.
Como todo texto literario, el título, Una existència nòmada, está pensado para permitir una lectura abierta y plural. Se refiere al hecho mismo de la creación, como actividad del espíritu; al hecho mismo de la obra de arte, del grabado, como objeto frágil y fácilmente transportable; y a la misma existencia del hombre y la mujer contemporáneos, expuesta al cambio constante, a la velocidad de la sociedad de la información. Paradójicamente, es desde la consciencia de esta existencia nómada cuando es posible pensar el presente, con toda su complejidad, fijar ideas que puedan arraigar en la realidad, hacer posible el diálogo con el otro, con los árboles, a partir de la levedad y la velocidad que nos pueden permitir expresar el espíritu de nuestro tiempo.
Manuel Guerrero Brullet
Josep Guinovart
En verano de 2004, Tinta Invisible adquirió una prensa litográfica. Hacía falta hacer el ajuste mecánico antes de empezar a imprimir. El proyecto de inicio contó con la generosidad de Vicenç Aznar, maestro litógrafo, las profesoras del departamento de gráfica de la Facultat de Belles Arts de la Universitat de Barcelona y el pintor Josep Guinovart. El resultado fue una colección de 10 litografías, impresas a sangre con tinta negra. Estas obras exploraban todos los recursos técnicos disponibles, como las aguadas, lápices grasos, iluminación a mano y collages. Durante dos semanas intensas, las personas participantes aprendieron y se sumergieron en la obra de Josep Guinovart, y el fruto final fue Un dia calent, una colección singular y contundente.
Domènec
Domènec colocó dos rótulos con las palabras HERE y NOWHERE (Aquí y En ningún lado) sobre las cubiertas de dos ferris que unen dos de las muchas islas de la costa sudoeste de Irlanda. Estos barcos son el medio de transporte utilizado por muchos trabajadores de la zona para ir diariamente al trabajo. Las palabras HERE y NOWHERE cuestionan la idea de lugar por el hecho de estar instaladas precisamente en dos plataformas en movimiento. En este contexto, actúan como recuerdo poético de la historia de los millares de personas que, durante las hambrunas de los años 1846 a 1848 en esta región, tuvieron que irse a América.
Vicenç Altaió y Joan Fontcuberta
Pedir y donar sangre implica un gesto saturado de símbolos y emociones. Lo simbólico en el orden del contenido se corresponde con lo simbólico del propio proceso, porque estas tres imágenes hechas con la sangre de personas queridas nos hablan también de la transparencia y de la opacidad: la resistencia de la materia a ser atravesada por la luz, en una metáfora que involucra la noción de verdad. En el fondo, los Hemogramas nos empujan a hurgar en las formas de la huella y el vestigio, es decir, en la naturaleza del documento como rastro.
Únicamente con esfuerzo conseguirá el espectador identificar el origen de unas imágenes que se acercan más a un imaginario fantástico que a la descripción de algo tan vital y familiar. Porque solo con esfuerzo –el del pensamiento, el de la sensibilidad– conseguiremos identificar cualquier origen: Dios, Ciencia, Libertad.
Joan Fontcuberta
Carles Guerra, Josep Guinovart y Antoni Negri
La celebració com a revolta es un canto a la vida y a la libertad. Una caja de aluminio contiene este trabajo en el que Carles Guerra hace confluir al filósofo Antonio Negri y al artista plástico Josep Guinovart. El pensamiento de Negri impregna las tres piezas creadas por Guinovart para la ocasión, en las que rezuma la crítica social que vincula a ambos personajes. El título de la edición proviene de un texto de Joan Puigdefàbrega con motivo de la exposición de Guinovart en La Pedrera en 2002.
Perejaume, Enric Casasses y Pascal Comelade
Este libro encuadernado a mano es fruto de la colaboración entre Perejaume, Pascal Comelade y Enric Casasses, y en él confluyen la imagen, la música y la palabra. El libro contiene 18 fotografías del bosque, 3 fotografías de bailarinas, todas impresas a dos caras, 4 fotograbados y 2 grabados de Perejaume. Se incluye también 4 poemas de Enric Casasses y 2 discos de vinilo con música de Pascal Comelade. Las imágenes, los textos y la música hacen referencia al bosque, a la montaña y al campesinado; la naturaleza y el trabajo en la naturaleza. Finalmente, envuelve el conjunto un estuche de papel hecho a mano y gofrado a partir de una corteza de alcornoque.
Josep M. Mestres Quadreny y Alfons Borrell
El título evoca el poema póstumo de Brossa “Sumari Astral”.
Mestres Quadreny utiliza un programa informático de generación automática de sonido. El tránsito de los espectadores por el espacio y la cadencia de sus movimientos transforman el campo sonoro con la apertura o cierre de las secuencias sonoras. El disco compacto que se adjunta es la fijación de este eterno devenir heracliano, el campo sonoro resultante de la generación espontánea de flujo circulatorio durante una hora, como una fotografía que solo puede captar el oído.
La imagen gráfica impresa es la captura de pantalla del programa.
Anna Bofill
Perejaume
Perejaume traza una cresta a partir de la firma de los veinticinco miembros integrantes de la Big Bang Valona, la banda de música de Sant Pol de Mar. Los veinticinco nombres de los integrantes de la banda se entrelazan y generan un perfil, que es al mismo tiempo horizonte y espectrograma de 2 m y 40 cm de longitud. En esta serigrafía, sobre papel chino, la única firma original es la última, la de la poeta y pintor.
Ignasi Aballí, Alfredo Jaar, Perejaume, Jaume Plensa, Eulàlia Valldosera y Manuel Guerreo Brullet
Una caja de metacrilato contiene 4 estampas digitales giclée, un grabado con la técnica de la punta seca y un poema. Cada una de estas piezas ha sido hecha por uno de los cinco artistas que participan en esta colección. El conjunto se presenta en una caja de metacrilato que permite mostrar una de las piezas en la parte posterior e ir intercambiándolas. Todas las obras se reúnen en una camisa con la justificación de tiraje. El diseño transparente expresa la idea de la fragilidad del continente que protege de la intemperie.
Alfons Borrell y Manuel Guerrero Brullet
Una carpeta encuadernada con tela naranja e intervenida con grafito por Alfons Borrell contiene cuatro aguafuertes sobre cobre, uno por cada estación: el invierno, la primavera y el verano se resuelven con la incorporación de la técnica del collage con carborundo, mientras que para la pieza del otoño se trabaja con dos planchas. En la primavera, la mancha verde está hecha a mano por el artista. La línea recorre las estampas y las vincula y, si en el interior se resuelve con la técnica la técnica del grabado, en la carpeta se lleva a cabo con la incorporación de un dibujo original, lo cual convierte cada carpeta en una pieza única. El título de la obra hace referencia al libro homónimo de Josep Carner, considerado el máximo representante del Noucentisme en Catalunya.
Josep Gol
Esta colección en caja de conservación de terciopelo rojo contiene 10 fotografías de Josep Armengol, Gol, acompañadas de un cuaderno con textos de Manel Guerrero Brullet, Joan Brossa, Jordi Coca y Marina Garcés. Aparece Christa Leem, una mujer que durante setenta y ochenta revolucionó el panorama del music-hall de la capital catalana. Su forma de hacer, completamente alejada de la de las vedettes del momento, y su cuerpo, fibrado y delgado, la convirtieron en referencia y musa de la noche y de la cultura de la Barcelona en los años setenta.
america sanchez
Una carpeta forrada con tela negra contiene las 5 estampas que configuran este conjunto. El proyecto nace a partir de la propuesta presentada en el Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC) en 2016, donde el artista presentaba un conjunto de retratos copiados de las pinturas románicas que alberga el museo. Con esta propuesta, America Sanchez pone de relieve una de sus facetas menos conocidas, la de dibujante. A partir de las piezas presentadas, se descubre un románico revisitado en clave contemporánea. A pesar de haber sido creadas en el mismo momento, las piezas que forman este conjunto no fueron presentadas en el MNAC, sino que es trata de una selección realizada con motivo de la propuesta de colaboración con el taller de Tinta Invisible.
Hannah Collins, Joan Fontcuberta, Pedro G. Romero, Perejaume y Jana Sterbak
En un mundo globalizado que tiende a la uniformidad y al aniquilamiento de las diferencias, toda singularidad es, sin duda, sospechosa. Y, no obstante, en un mundo común únicamente la singularidad puede hacer realidad este mundo más humano y más habitable. Los artistas, los escritores, los pensadores han hecho siempre de su singularidad la base de su arte, de sus obras. Singulares y plurales. La suma de las singularidades, de cada persona, nos hace más ricos, más complejos, colectiva, cultural y socialmente. Este proyecto plural, La singularitat és subversiva, es una celebración de la singularidad con la aportación de la obra original de cinco artistas emblemáticos que se han destacado por su obra lírica, radical, experimental y subversiva: Hannah Collins, Joan Fontcuberta, Pedro G. Romero, Perejaume y Jana Sterbak.
Manuel Guerrero Brullet
Inventari d'ombres
La fotografía se vanaglorió con la impertinencia de encarcelar el tiempo, pero al final el tiempo acaba cobrándose su venganza. Cronos castiga así muestra soberbia, y el testimonio que creemos haber encapsulado para siempre se desvanece.
Joan Fontcuberta
Carlos Pazos
DESDE EL PUNTO DE VISTA DEL FABRICANTE
El arte no es para pobres ambiciosos que pretenden a su costa hacerse ricos.
El arte no es para ricos que simulan empatía con los pobres y pretenden trabajar para ellos.
El arte es para los que ni pretenden ganar una fortuna, ni el cielo en la tierra.
Barcelona, 29 de abril de 2012.
Carlos Pazos
Francesc Torres
Francesc Torres concibe este proyecto como un acto de recuerdo hacia todos los soldados republicanos que dieron su vida por la defensa de sus ideales y de la libertad ante el terror de la imposición del régimen dictatorial franquista. Las tres estampas representan tres aviones de guerra que, dibujados esquemáticamente, se convierten en la figura de la cruz que evoca, inevitablemente, la muerte y el sacrificio. Los aviones militares son máquinas de matar al enemigo, pero también el lugar donde se puede acabar muriendo.
Sylvie Bussières y Joan Fontcuberta
Botànica proletària es un canto a las malas hierbas compuesto en el lenguaje de la fotografía, el dibujo y la palabra.
Joan Fontcuberta
Carlos Bunga
Cuando el lector entra en la obra, esta se activa y cambia. Me interesa la idea de que las obras estén vivas e inviten al público a participar. Este libro objeto es un espacio abierto a la experimentación, un puente entre el juego y la vida.
Carlos Bunga
Quay Brothers y Chantal Maillard, Graciela Iturbide y Dispesh Chakrabarty, Alfredo Jaar y Jacques Rancière, Jerome Rothenberg y Carles Santos, Juan Villoro y William Kentridge, Arnaldo Antunes y Evru, enric casasses y Guillermo Kuitca, Antonio Gamoneda y Antoni Muntadas, Perejaume y Alberto Kalach, Bei Dao y Frederic Amat, Valère Novarina y Joan Fontcuberta, y Marina Garcés y Esther Ferrer
La revista L’Estació nació como un proyecto transversal y transatlántico con sede en Barcelona y Ciudad de México, como una plataforma para el debate multidisciplinar donde cada número ofrecía la posibilidad de conjunción entre la palabra y la imagen a través de la puesta en común del trabajo de artistas visuales, arquitectos, músicos, filósofos, poetas o ensayistas. Su ambición fue contribuir al debate crítico y cultural y al cruce inesperado de ideas, imágenes, lenguas, disciplinas y singularidades.